9 oct 2016

El otoño y la Calbotá, una tradición Celta


El otoño ocupa ya los montes.
Época de temperaturas suaves que nos acondiciona para la llegada del invierno, logrando unas luces únicas en sus días. Tiempo de experiencias en Extremadura que cautivan a todo amante de la naturaleza.
La constatación de que ha llegado el otoño viene reflejada por la presencia de las castañas.
No hay otoño sin castañas y no tenemos castañas sino estamos en otoño.
Las castañas nos acompañan durante los meses de octubre, noviembre y diciembre; la forma más habitual de comerlas es asadas en una sarten, directamente al fuego en una chimenea.

En la comarca de La Vera las castañas asadas se denominan Calbotes, y el día grande en el que celebra toda la zona la llegada de este fruto delicioso y nutritivo es el 1 de noviembre.
La Calbotá es el nombre de dicha fiesta que consiste fundamentalmente en reunirse amigos y familiares para pasar la jornada asando las castañas que ya han madurado. Es la fiesta donde recibimos al otoño con uno de sus frutos más emblemáticos.

Esta costumbre viene de siglos atrás. Hace más de tresmil años ya se hacía balance del resultado de las cosechas del año, antes de entrar en el invierno. Este balance se hacía a finales de octubre desembocando en la noche del día 31 al 1 de noviembre en una fiesta para conmemorar el acontecimiento.
El otoño es una época de cambio en la que se han terminado los cultivos en la naturaleza y la luz dejará paso a los días más oscuros con la llegada del invierno.
En la época de la Edad del Hierro era el comienzo del año Celta.
Esta festividad era conocida como Samhain (pronunciar souen) y siempre estuvo rodeada de ese misterio del cambio de la época de la luz por la época oscura, en la naturaleza.
Cuando se depende de la naturaleza de forma preeminente, es fácil caer en la mística de: cambiamos la época de cosechas que nos dan la vida, por la época de ausencia de cultivos y aparición de los fríos que ocasionan muertes.
El Samhain fue la principal fiesta pagana en el mundo cocidental, hasta que se cristianizó conmemorando el día de todos los santos en las regiones católicas y denominándose Halloween (All Hallows eve = víspera de todos los santos) en todos los países anglosajones.

Es interesante dentro de las actividades en Cáceres participar en esta costumbre.
Podemos afirmar con toda autoridad que, la Calbotá es mucho más que asar castañas y, se funde con fiestas contemporáneas aportando un contenido de tradición milenaria.



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Castañas asadas en otoño